7.10.2006

ALTERNATIVAS

La modernidad. El siglo veintiuno. Tecnología que nos rodea por doquier. Todos los días nos vemos sometidos a elegir entre varias, si no miles, de alternativas. Hay docenas de opciones para cualquiera de nuestras necesidades. Incluso para las sexuales. Será que en estos tiempos tener una sola pareja no será suficiente? O que podemos ampliar nuestros horizontes y convertirnos en personas de preferencias flexibles, solo por tener la vivencia de probar todo?

Cada vez más escuchamos sobre clubs de intercambios, tríos, orgipiñatas bailables y pare de contar. Son más frecuentes los clasificados en los que se solicita una tercera persona que complemente a una pareja ya formada.

Es posible que todos, muy en el fondo, tengamos algo de nosotros que prefiere al mismo sexo. Pero cuántos se atreven a experimentarlo? Quizás recibir placer por partida doble sea tan extático que se convierta en adictivo.

Sin embargo, encuentro más frecuente y aceptado socialmente que sean las mujeres quienes inviten a una igual a compartir a su parejo. Y todas sabemos que es la fantasía más recurrente en la mente de nuestros hombres. Algunas, se arriesgan y la convierten en realidad: La imagen de una mujer besando a otra, no nos es tan extraña como la de dos hombres acariciándose.

Y al preguntarles a nuestros compañeros si participarían en un menage â trois que incluya una chica y dos hombres, dudan un poco y después declaran decididos: -Bueno, pero que él ni me toque!.

Nunca en este caso es un todos contra todos.

Será que las mujeres somos siempre más arriesgadas a probar? O es que está más aceptada socialmente la homosexualidad femenina en nuestra Latinoamérica machista? Es que nuestros hombres prefieren no ensayar, no vaya a ser que les guste y se queden pegados?

En cualquier caso, si decides participar en uno de estos eventos, siempre es preferible ser el tercero, el invitado. Y mejor si no tienes muchos vínculos sentimentales con el otro par. Si formas parte de la pareja es posible que enfurezcas de celos al verl@ con otr@, y la idea es disfrutar, no herir susceptibilidades.