7.16.2006

AQUI Y AHORA

Así como, algunas de mis columnas son el producto de una amplia reflexión; otras, asaltan mi mente y de pronto aparecen escritas. Habría que decir lo mismo de los orgasmos (no los míos, los de tod@s). Unos asoman apenas después de largos minutos de estimulaciones y galanteos, otros brotan feroces con solo pensar en algo o en alguien. Algunos… no llegan nunca.

Cuál será la clave para que nos adornen con su presencia siempre que lo solicitemos?, es el orgasmo el fin único y último de un encuentro sexual? No hay nada de disfrute y placer implícitos en el proceso para lograrlo y; por tanto, las caricias y excitación se convierten en solamente los “pasos necesarios para llegar a”, como en un manual de procedimiento de esos que usan en las empresas? Estamos teniendo expectativas irracionales sobre este breve momento?

De todas maneras, en estos tiempos modernos, esta “pequeña muerte” como la llaman los franceses, constituye un instrumento de medición de cuán satisfech@s, o no, nos encontramos sexualmente. Así que no podemos quedarnos atrás sin vivir esta placentera experiencia de corta duración, con una intensidad difícil de explicar con palabras, que nos obliga a estar presentes. A dejar por un momento de lado el pollo que puse a descongelar, que si no lo cocino se va a dañar, o la reunión mañana con el compañero arpía de la oficina, que seguro me va a echar paja con el jefe.

La clave es simplemente estar presentes. Algo tan simple como eso, pero que en estos tiempos es muy complicado. Algún sabio asiático de esos milenarios agregaría: “Quieres hallar felicidad, pero te asemejas al hombre que cree haber perdido su caballo: se pasa toda la vida buscándolo, y al final descubre que siempre estuvo montado en él”

Y estar presente tiene que ver con el aquí y el ahora que te exigen por ejemplo, la práctica de disciplinas como las artes marciales, pues en lo que te descuidas, no esquivas el golpe que te lanza el contrario. Algo tan sencillo como vivir el momento sin emitir juicios, sino integrando la mente con la conciencia de tu cuerpo. Así, tan curso de metafísica como suena…

Parece fácil, así que seguiremos practicando