7.10.2006

GENTE DE BIEN

El vigilante pregunta mi nombre y el nombre de la casa, creo que Qta. Vicky, hace tiempo que no vengo, familia Marcano, afirmo por si acaso, y él convencido de que soy gente de bien, levanta la paranoica barra que separa a la segura calle de Colinas del Tamanaco de la vida real. La señora del carro que viene detrás de mi, pertenece a esta burbuja mayamera, pues saluda al vigilante con familiaridad. Yo localizo finalmente la casa, y me estaciono un poquito más allá. La señora me sigue, que le pasará? Ah! es que vive frente a la Qta. Vicky. Yo igual pongo trancapalanca y alarma, y me dispongo a tocar el timbre de Vicky, estoy llegando tarde a ver el partido de fútbol y ya están todos allí. La alarma de la camionetota de mi amiga más acomodada suena cuando estoy tocando la puerta. Parece como si a la señora de enfrente se le fue el carro cuando intentaba entrar en su estacionamiento, y le tocó el parachoque, según veo desde aquí, parece haber sido un toquecito, allí la dueña de la camionetota baja a abrirme la puerta, bueno, en realidad a ver el motivo de los alaridos que pega su 4X4. Bruta! Tú eres ciega? Bruta tú! Grita la de enfrente mientras baja del vehículo los pies recién hechos dentro de las sandalitas Gucci. Yo pago derecho de frente, Puede que lo pagues, pero la calle es libre y me puedo estacionar donde quiera, además no te estoy tapando la entrada al estacionamiento, estoy lejísimos. La de la camionetota marca con furia su Razr Pink, mientras los demás, o mejor dicho las demás mujeres que estaban dentro de Vicky, salen a ver que pasó. Los hombres vigilan discretamente detrás de una ventana. Hola, que pasa? Una vieja bruta me chocó, estoy estacionada frente a sus casa, pero se dañó el capó? Se arrugó? No sé, no hemos separado los carros para que venga tránsito. Claro vamos a esperar que venga tránsito mijita, ya estoy llamando, a ver quién es más bruta aquí, porque será la primera vez en tu vida que manejas una camioneta así, tú debes venir de Catia, mínimo. La de la camionetota se arregla la liga que tiene en el torso por el post-operatorio de los senos, bruta tú! y ciega! Tú no respetas a la gente mayor?, no si es bruta como tú… Y así siguieron por los 45 minutos que duró el primer tiempo hasta que se cansaron de insultarse. Cuando me fui, revisé el parachoque de la camionetota, la verdad, por más que miré, no encontré nada más que el brillo de la pintura dorada nuevecita.